Ahora bien, para que nuestros estudiantes se puedan desplazar por estos niveles, se requiere el manejo de competencias que están a la base:
- Dominio Lector que corresponde a la capacidad que tiene los estudiantes o aprendices para leer una determinada cantidad de palabras en una unidad de tiempo de manera fluida.
- Competencias estratégicas: Repertorio de recursos que permite organizar el sentido del texto. Estas son: Definir un propósito u objetivo para la lectura, reconocer el tipo de texto, manejo de deíxis anafóricas, reconocimiento de relaciones en el texto a partir de conectores supraoracionales y manejo de vocabulario contextual .
Con un manejo apropiado de estos dos dominios, podemos asegurar un mejor tránsito por los distintos niveles de dificultad cognitiva, con carencias en ellos, nuestros aprendices podrán responder de manera apropiada solo a una parte del espectro. Profundizaremos los niveles cognitivos cuando hablemos de la evaluación de la calidad lectora.
Quiero profundizar en las Competencias de BaseEl Dominio Lector
Las competencias que forman parte del proceso lector son:
- Velocidad lectora: Cantidad de palabras leídas en una unidad de tiempo.
- Exactitud Lectora: Implica la adecuada conversión grafema/fonema, evitando sustituciones.
- Fluidez: Tiene que ver con la presencia o ausencia de vacilaciones, fragmentaciones, silabeos que presenta el lector.
- Expresividad: Corresponde al respeto por las pausas y entonación demandadas por el texto.
Las competencias de lectura las considero de base porque son un insumo clave para poder avanzar hacia la comprensión. Nos permite determinar lo bien que decodifica el aprendiz (asociado a la fluidez, expresividad y exactitud. Es un indicador cualitativo) y qué tan rápido lo hace (asociado a la velocidad. Es indicador cuantitativo).
Es importante dejar claro que la velocidad lectora no es un indicador que va a incrementar permanentemente, ni relevante para cualquier lector. Su pertinencia corresponde solo a los aprendices. De hecho, mientras más temprano se consolide esta competencia, la ganancia será mayor. Su adecuada evaluación y control nos permite conocer si los aprendices han logrado automatizar los procesos perceptivos y decodificatorios de la lectura. En mi experiencia, he podido comprobar que a nivel de primero y segundo medio esta competencia no está desarrollada del todo en los estudiantes, por lo tanto, antes de avanzar en la comprensión textual organizamos un trabajo que apunte a mejorar este indicador.La importancia de la automatización de los procesos perceptivos y decodificatorios es porque evita la saturación de la memoria de trabajo o de proceso (Para mayor información pueden leer el artículo de Hirsch que está linkeado). Esta saturación impide que los aprendices puedan construir estructuras de sentido mayores (oracionales o supraoracionales). Cuando un aprendiz tiene una velocidad adecuada de decodificación y su lectura es fluida, es indicación de que tiene un voccabulario visual que le permite leer preocupándose de las unidades de sentido mayores, por lo tanto, puede destinar recursos cognitivos a la comprensión. Cuando un estudiante de, por ejemplo, octavo año básico que enfrentado a La Compuerta Nº 12 lee tal y como está reproducido abajo:
Pablo se a-fe-rró insti-instintiva-mente a las pier-nas de su padre. Le zum-ba-ban los oídos y el piso que huía debajo de sus pies le pro-ducía una ex-ex-traña sen-sación de an-gustia.
Tenemos un aprendiz que lee sin dificultad palabras bisilábicas. Sin embargo, presenta un vocabulario visual deficitario para el nivel en que se encuentra, presentando problemas en la decodificación de grupos consonánticos complejos y combinaciones poco frecuentes. En este caso, este lector ocupa los recursos cognitivos de su memoria de trabajo en la decodificación. De hecho, usa frecuentemente la estrategia de lectura silábica en palabras de tres o más sílabas, por lo tanto, no logra construir el sentido del fragmento, su capacidad está centrada en procesos de bajo nivel. Para este lector su unidad de sentido es la sílaba y la palabra.
La importancia de trabajar este indicador la podemos conocer a partir del trabajo que realizan, por ejemplo, las escuelas de Fundación Arauco, Fundación Astoreca, Escuela Nocedal, por mencionar algunas. De hecho, algunas de las tablas que circulan en la web para definir los estándares de velocidad por nivel provienen de estas instituciones. Además, como parte de los instrumentos de evaluación considerados por el Mineduc para la subvención escolar preferencial, como también, para postular a los Proyectos de Mejoramiento Educativo de enseñanza media consideran la medición del dominio lector. En este último caso, evaluado según el Modelo de Fundación Arauco que fue publicado por la Universidad Católica de Chile con el título Pruebas de Dominio Lector.
Cómo evaluamos el dominio lector y estrategias para incrementarlo será el tema de la próxima entrada. Para seguir con las competencias estratégicas.